jueves, 28 de julio de 2016

Los moderaditos de Buniel y las SS de Buniel



Como yo vivo en Buniel, me es imposible no ver el estado de deterioro, de falta de atención y de dejadez que impera en este pueblo.

Puede ser que algunos miembros y miembras del Ayuntamiento,(ojo a la corrección de genero y genera) como no viven aquí, no lo vean, yo si.
Me mandaron este texto sobre los "moderaditos", es decir las personas que no toman partido por nada y quieren dejar contento a todo el mundo.
Este texto me ha venido a la cabeza, cuando algunos miembros del Ayuntamiento me echan en cara mis opiniones, me piden moderación y que no exprese mis opiniones en público ,es más, se ríen de mi redacción y de esta pagina a mis espaldas, (cosa que me genera una gran y honda preocupación)

"Que no caliente el cotarro.." me dicen, " no se puede hablar en el bar mientras echamos la cerveza pertinente..", "no se puede criticar al Ayuntamiento..", cuando solo con la critica empieza la mejora.

¿Qué clase de pueblo queremos sino podemos hablar de lo que se hace en el Ayuntamiento y sobre todo de lo que no se hace desde el Ayuntamiento?, ¿debemos crear las SS de Buniel, el Servicio Secreto de Buniel?, ¿hay profundos matices en la limpieza del pueblo o en los jardines?, ¿es la escoba un arma de destrucción masiva?, ¿El polvo con que nos benefician los del AVE es Secreto de estado?

En este pueblo la limpieza de las vías publicas, el cuidado de las zonas verdes, la señalización, es decir, casi todas las cosas que son los deberes fundamentales de un Ayuntamiento brillan por su ausencia, como brilla por su ausencia la defensa de los ciudadanos ante los atropellos a los que nos someten periódica y regularmente las concesiones de la obra del AVE? .Son muy moderaditos en este Ayuntamiento, no quieren problemas con nadie y al final nos los generan a todos.

Otra buena referencia de como actúa el Ayuntamiento es el punto limpio, como hubo problemas con su utilización, se cierra y punto, así ya no hay problemas.

Siguiendo esta curiosa teoría y forma de hacer la gestión de un Ayuntamiento, la de eliminar las cosas que generan costes y trabajo, quizás hubiese que cerrar el Ayuntamiento, total para lo que hacen y lo que nos cuesta. Porque... vamos a ver... en el Ayuntamiento hay una Secretaria, un Administrativo, una empleada de la limpieza, otra del centro Cultural, un alguacil fijo todo el año, más, por lo menos, otro u otros dos de temporada , un alcalde y seis concejales, un Ayuntamiento, un Centro Cultural, una guardería, un local del empleado (Fadesa), las antiguas escuelas, la Casa del Medico y algún otro que me dejo en el tintero, total 12 personas y 6 locales a nuestro servicio, más empresas subcontratadas ocasionalmente.
¿Cuanto cuestan y cuanto nos dan a cambio?





Os dejo el texto:

Prefiero al hombre que eleva la voz para decir sin ambages lo que piensa, aunque lo que piensa sea erróneo, que al hombre que oculta o disfraza lo que piensa: porque el primero es plenamente humano, aunque insista en el error (o precisamente por ello mismo), mientras que el 'moderadito', bajo su pérfi da apariencia de neutralidad amable, es un ser pérfido.


Y es que el rasgo más característico del 'moderadito' es su gustosa permanencia en el redil de las ideas recibidas, que repite como un lorito, a la espera de la ración de cañamones que premie su conformidad.


El 'moderadito' nunca tiene iniciativa, siempre adopta los usos del mundo, siempre asume las modas de la época, siempre corea o imita (con virtuosismo de ventrílocuo) las voces del momento.


Todo lo que sea salirse de las pautas establecidas le parece exageración y desafuero; todo lo que sea expresarse con entusiasmo, con ardor, con crudeza, con vehemencia, le provoca disgusto, aversión, escándalo.



El 'moderadito', aunque en su fuero interno no profesa sinceramente ningún principio, puede disimular de puertas afuera que los profesa; pero con la condición de que sean principios hueros, meras declaraciones retóricas, principios que no se apliquen o se puedan aplicar aguadamente.



Y, por supuesto, si alguien expresa esos mismos principios con un tono encendido y pretende aplicarlos sin reservas, se le antojará un energúmeno; y preferirá al que proclama los principios contrarios, siempre que lo haga con corrección, con morigeración, con fría y educada tibieza.



Por supuesto, al 'moderadito' las afirmaciones o negaciones netas le provocan horror, porque lo obligan a tomar partido; brumosas, el sincretismo ambiguo, la borrosidad huera, la perogrullada, el mamoneo, el matiz.



¡Cómo le gustan al 'moderadito' los matices! Se moja las bragas matizando, el tío; y si, además de matizar, puede 'consensuar', entonces ya es que se corre de gusto.



Nada gusta tanto al 'moderadito' como ceder una porción de lo que piensa (pues todo lo que piensa carece de valor) a cambio de tomar una porción de la opinión contraria; pues sabe que en este sopicaldo mental su babosería e inanidad pasan inadvertidas.



El 'moderadito' odia al hombre que se compromete y empeña su prestigio en defender una posición, porque sabe que su actitud gallarda deja en evidencia su cobardía.



Si, además, el comprometido es hombre de verbo fácil y escritura lozana que se derrama con franqueza incontenible e incluso con cierta falta de pudor, el odio del 'moderadito' alcanzará cúspides diabólicas; y empeñará sus fuerzas en desprestigiar al hombre comprometido, acusándolo de charlatanería, de radicalismo, de intemperancia, de cualquier vicio real o inventado que lo haga aparecer ante los ojos del mundo como un orate.



El 'moderadito' odia al hombre comprometido como el eunuco odia al hombre viril; y no vacilará en conseguir su condena al ostracismo (pero siempre de forma indolora, que para eso es 'moderadito').



El 'moderadito' considera que en toda opinión hay algo bueno y algo malo y que todo pensamiento que se expresa sin ambages es expresión de ciega soberbia.



Naturalmente, todo esto son artimañas alevosas para convencernos de que su tibieza y cobardía son prudencia, tolerancia, sentido común.


El 'moderadito' defiende los hábitos adquiridos, las inercias prejuiciosas, las convenciones establecidas y, en fin, todo lo que envuelve a las personas y a los pueblos en las telarañas de la pereza mental, de la repetición fofa, del estereotipo; en cambio, odia las tradiciones auténticas, que trata de convertir en costumbres maquinales y carentes de significado (y así, por ejemplo, el 'moderadito' puede llegar a participar en una procesión de Semana Santa y hasta del Corpus tan campante, con la misma aséptica complacencia con la que puede también participar en un desfile de carrozas del Orgullo Gay).



El 'moderadito' nunca se enfurece, nunca se exalta, siempre nada a favor de la corriente.


Odia al pecador arrepentido, cuyos errores pretéritos gusta mucho de airear; porque para pecar y para arrepentirse hace falta dominar y ser dominado por las pasiones, y el 'moderadito', que es de sangre fría como las culebras, ha reprimido todas sus pasiones.



Al 'moderadito' le repugnan los hombres atormentados, porque con sus imperfecciones y recaídas muestran una aspiración doliente al ideal; y el 'moderadito' quiere que su ramplonería y neutralidad se conviertan en tabla rasa que nivele la grandeza y la miseria humanas.



Porque el 'moderadito' es un hombre sin grandeza y sin miseria, es un hombre que no se indigna, que no se asombra, que no rabia, que no se humilla ni se arrepiente.



El 'moderadito' carece de orgullo para erguirse y de humildad para arrodillarse; porque, al fin, es un despojo humano, un hijo del demonio, un reptil al que conviene pisar cuando nos lo tropezamos en el camino, antes de que nos muerda con su veneno. ​




Que Fortuna nos libre de "moderaditos"

8 comentarios:

Daniel F. dijo...

El texto es de Juan Manuel de Prada

Anónimo dijo...

Otra vez mas toda la razon

Anónimo dijo...

Claro cuando tú eras concejal las calles estaban impecables, los jardines eran maravillosos...

Daniel F. dijo...

Anonimo 1, da igual, sigue sin hacerse nada.

Daniel F. dijo...

Anonimo 2 Yo nunca tuve funciones de Gobierno, si no sabes como funciona un Ayuntamiento, te lo explico, sale un equipo de Gobierno que es el responsable del funcionamiento que es el alcalde y sus concejales, y después esta la oposición que debe velar por que no se cometan irregularidades y velar por el interés de los ciudadanos, pero que no tiene mando en nada, yo era oposición. De verdad que se pueden hacer muchas cosas en este pueblo sin apenas esfuerzo, pero no se hacen, y algunos estamos cansados y asqueados.

Daniel F. dijo...

Anónimo 3 dice

Y siguen las obras y los baches y el polvo y aquí nadie hace nada .
Un fuerte aplauso para los que nos representan seguir poniendo el culo...



Pues si, moderaditos son...

Tot Barcelona dijo...

Te leo a 700 kms de distancia.
Cojonudo tu Ay untamiento.
Sólo te contesta uno y lo hace en ANÓNIMO.
Doy por sentado que cuando uno escribe sobre un pueblo ponniendo nombre y apellido, y que este no tiene más de 300 habitantes, todas las personas del mismo saben quien es.
Y doy por sentado también, que cuando uno escribe sobre lo que falta por hacer, o lo que como en este caso, no se hace bien, es porque se quiere al pueblo, se paga los impuestos y se desea una mejora del mismo.
Cuando de 12 personas no te contesta nadie, y uno/a lo hace escondiéndose tras la pantalla (hay valientes/as sempiternos/as de los que debes huir), demuestran que no sólo no están preparados para regir, sino para aceptar una labor, porque les viene grande.
Generalmente son los mismos que se llenan la boca (en el Consistorio y en el bar), hablando de lo mal que lo hacían los dictadores, y que gracias a la democracia de hoy holgamos con un gobierno libre y democrático.
No cambies de pueblo, Daniel, el pueblo es bello, lo que habeís de hacer es cambiar de ediles.
Y ojo cono los anónimos, se empieza así y se acaba como decía Virgilio..."No hay nada más veloz que un rumor"
Salut

Daniel F. dijo...

Niquel, somos algo más de 500 habitantes, hay mucha gente que utiliza el pueblo como dormitorio y no se relaciona con nadie, postura esta que no es ni buena, ni mala, pero las personas que se presentaron para ser concejales, se entiende que tienen inquietudes y ganas de hacer cosas. La oposición solo puede oponerse, son los del equipo de gobierno los que deben vigilar cosas tan primarias como la limpieza pública, el mantenimiento urbano y demás labores que no debieran de recordarseles, ocurre que aqui nadie coge el toro por los cuernos y así nos va. Hay veces que hay que decir que no, es sencillo, pero aquí no se hace.

Un saludo